Me llamo Francesc Garreta Reig, piscis en el sexto septenio de vida.
Hay agua, mucha agua, en mi carta astral. Y por fin puedo decir que, dentro de este sistema tan denso y competitivo en el que vivimos inmersos, he encontrado mi voz.
Siento la Abundancia dentro de mí. Y cada día intento, como reza uno de los principios de la permacultura, ‘compartir el excedente’.
Justo ahora empiezo a tomar conciencia de los privilegios que me han sido dados por ser hombre, blanco, heterosexual y habitante de un país desarrollado. Lejos de sentirme culpable por ello, me encuentro en búsqueda continua de cómo utilizarlos para colaborar a revertir esta situación.
Soy consciente también de todas las limitaciones que me ha provocado este sistema clasista, racista y sexista llamado capitalismo. Visualizo un mundo donde ser hombre o mujer se traduzca en algo más fluido, algo más flexible, algo más andrógino.
Me considero feminista hasta el día que el masculinismo no esté a la altura. Me inclino ante todo lo que están consiguiendo las mujeres. Aprendo de su energía femenina y también en la forma como se están abriendo paso en el mundo con su parte masculina, generando proyectos, estructuras y llevándolas adelante.
Participo en círculos de masculinidad. Y son espacios maravillosos.
Honro la energía masculina y femenina que me habita y hago lo posible para ponerlas al servicio del amor y de la belleza.
Aquello a lo que dedico más energía ahora es cuidar de mis hijas y cuidar de nuestro hogar Llavor d’Art. Cuidar las relaciones y acompañar este proyecto en torno al tiempo, la Roda Solilunar.
Creo profundamente en la Tribu 2.0.
Es más, creo que la Tribu es lo que puede salvarnos de la extinción. Le digo Tribu 2.0 porque antes la Tribu no se escogía.
Antes era Tribu o destierro. Ahora es una Tribu que elegimos. Una Tribu donde vivimos juntos o vivimos lejos estamos conectados por unos hilos que no se ven a simple vista. Somos una Tribu que experimentamos maneras de encontrarnos más allá de la palabra, que somos creadores de vidas más conscientes y gozosas. Una Tribu donde compartimos la alegría y también compartimos el dolor.
Aprendemos a sostener y ser sostenidos.
¡Y ante la duda, bailamos!
Me encanta ser padre.
Me apasiona construir con mis manos.
Me fascina la alimentación viva.
Me fundo con el universo cuando bailo.
Me amo, tal como soy, con mis fortalezas y mis debilidades.
Reivindico el enorme poder que tiene mostrarnos vulnerables y dejarnos sostener para transformar el mundo.
Si quieres saber los pasos que me han llevado hasta aquí, visita mi Biografía.